jueves, 29 de marzo de 2012

Soltera, sin compromiso(s)

No había tenido oportunidad de estar soltera más de 2 meses, mala cosa. Porque al final terminas haciendo “cosas de soltera” cuando estás pololeando y queda la pura cagá. Así que ahora, con 8 meses de soltera y sumando, me estoy regalando un tiempo para hacer harta cosa loquilla, pero con todas las de la ley.
La primera etapa de la soltería es súper obvia y fomeque: “Esto no da para más, lloramos, nos llamamos, lloramos, nos eliminamos de facebook, de tuiter, de Gtalk, lloramos,  nos volvemos a llamar, nos mandamos correos, te tengo que decir algo -Estoy saliendo con alguien más- Pico, muérete, ya no me importa.” El paso que sigue es la huevá más idiota del universo: Si encontrai fea a “la nueva” te relajai y hasta te ponís feliz y pensai calladita en esa sabia frase de la Morissette “Are you thinking of me when you fuck her”.  En cambio, si la mina es rica, “una” se vuelve mono buscándole defectos a la pobre cristiana, que ni culpa tiene de haber nacido tan bien hecha.
 La segunda etapa es la recuperación de la conciencia de libertad… Por muy soltera que estés, te sigues comportando como si estuvieras pololeando, hasta que un día “algo” pasa, te miras al espejo y dices: “Loco, ahora puedo comerme a ese weón que me gustaba en el bar”… Y partimos mierda… En esta etapa, uno tiende a confundir “Libertad” con “Libertinaje”, sueles caerte al litro y ver gente que no veías hace años… Cómo si tu pololo te hubiese tenido amarrá en la casa, puras huevás no más cabras.
La tercera etapa es cuando te das cuenta que la estás cagando, después de haberte comido a medio Valpo, haber conocido todos los bares de la quinta región, hablar como travesti por tanto pucho y haberte echado el puto semestre en la universidad. Justo ahí, cuando todos tus amigos te miran y piensan: “Tocó fondo” Tú te paras, y renaces como el Fénix.
La cuarta etapa tiene que ver con: “¿Qué mierda hago con mi vida ahora que estoy soltera?” Y te metes a clases de yoga, salsa, pilates, samba, pole dance, óleo, grabado, como pa no tener ni tiempo pa echar de menos. Y es aquí, en esta precisa etapa, cuando, por las noches, te percatas que ya no es a tu ex al que querís acostado en tu cama, sino más bien a CUALQUIER WEÓN QUE TE CUCHAREÉ PORQUE HACE FRÍO Y TE SENTÍS SOLA Y QUERÍS LLORAR, CSM.
La quinta etapa, es la sanación… Un día te levantas y dices: Loco, no quiero comerme a ningún weón, quiero estar sola y bien sola, voy a leer y salir a andar en patines… Voy a estudiar para la Universidad como “Elpulento” manda. Y lo haces, y resulta y te das cuenta que estás contenta, que ya no necesitas a ningún pelotudo para estar al 100%. Felicidad máxima.
Pero, señoras y señoritas, tenemos una sexta y aterradora etapa, que vendría siendo el amigo de tu amigo, el lolo de tuiter, el vecino, el hijo de la señora del almacén, el chofer de la micro, el ginecólogo, el  mesero del bar. Sí pues, el “lolo nuevo” viene siendo la sexta etapa, ese que le gusta de verdad, ese con el que se pasa rollos, ese del que espera el mensajito de texto o el “Deeme” para ponernos más modernas. Y usté se preguntará: ¿Por qué diablos esta saco de pelotas creerá que todo eso [Que es lo mejor de la vida] es “aterrador”? Muy simple amiguita! Porque va a tener que pasar por las 5 etapas anteriores otra vez!!! Círculo vicioso, sal de mi vida, infeliz.


Nothing compares to you. Puras weás.